Descubra si es candidato para un reemplazo de cadera, rodilla u hombro
Cuando se trata del envejecimiento, una de las quejas comunes son las articulaciones rígidas y dolorosas. Dado eso, la cirugía de reemplazo articular ha sido una forma popular y efectiva de abordar estos problemas.
Estas cirugías han aumentado rápidamente. Se realizaron más de 1 millón de reemplazos de rodilla y cadera en 2021, según el Instituto Nacional de Salud (NIH). Se espera que ese número alcance los 4 millones para 2030.
Las articulaciones más comunes que se reemplazan son, como era de esperar, la rodilla, la cadera y el hombro. Debido al estrés diario sobre estas articulaciones, el cartílago circundante comienza a desgastarse. Cuando esto sucede, no hay ningún cojín para apoyar la articulación sana y luego viene el dolor y la incomodidad.
Descripción general de la cirugía
La cirugía de reemplazo articular se realiza en un hospital o centro quirúrgico ambulatorio. Un cirujano comienza extrayendo el cartílago lesionado o desgastado alrededor de la articulación existente, seguido por el reemplazo de la articulación existente por una artificial, lo que se denomina prótesis. Las articulaciones protésicas pueden estar hechas de metal, cerámica o plástico médico resistente. El tipo de articulación se elige de acuerdo con el nivel de actividad, la edad, el peso y la salud del paciente.
¿Eres un candidato?
Las razones más comunes para la cirugía de reemplazo articular son, simplemente, el dolor. Los candidatos para la cirugía de reemplazo articular generalmente tienen dolor articular intenso causado por inflamación o algo igualmente dañino, que incluye:
- Artritis (especialmente reumatoide u osteoartritis)
- Fracturas severas
- Problemas articulares (es decir, displasia de cadera)
- Falta de suministro de sangre a la articulación.
Si el paciente no ha respondido al tratamiento anterior y/o tiene daños irreversibles, hay aún más razones para buscar el reemplazo.
Riesgos
Los riesgos más comunes de la cirugía de reemplazo articular:
- Infección
- Daño en el nervio
- Coágulos de sangre
- Mal funcionamiento de la prótesis (problemas con la nueva articulación)
Actividades previas y posteriores a la cirugía
Si se está preparando para la cirugía, en las semanas previas al procedimiento, debe:
- Reduzca o deje de fumar. Fumar puede retrasar la recuperación y aumentar el riesgo de complicaciones.
- Fortalece tu cuerpo. Pregúntele a su médico por los ejercicios recomendados.
- Asistir a todas las citas médicas previas a la fecha del procedimiento. Su médico realizará pruebas y evaluaciones importantes para asegurarse de que esté listo para la cirugía. Incluso pueden pedirle que se haga análisis de sangre o pruebas de detección.
Día antes de la cirugía:
- Tome un baño o una ducha para reducir el riesgo de infección.
- Evite comer o beber cualquier cosa después de la medianoche.
- Prepare una bolsa de viaje para llevar al hospital. Empaque cualquier información esencial como su identificación, tarjeta de seguro, artículos de cuidado personal y una muda de ropa.
Después de cirugía:
- Descansar. Evite cualquier actividad física.
- Mantenga sus incisiones limpias y vendadas adecuadamente para evitar infecciones.
- Tome cualquier analgésico recetado o recomendado por su médico.
¿Cuánto dura un reemplazo articular?
Depende del nivel de actividad, el peso y la salud general de una persona. Una buena estimación es de 10 a 15 años. Después de que se desgasta un reemplazo articular, es necesario reemplazarlo, lo que se denomina cirugía de revisión articular.
Alguien que es muy activo, tiene sobrepeso o simplemente ejerce más presión sobre su prótesis es más probable que experimente un desgaste prematuro. Si comienza a experimentar dolor o malestar repentino, infórmele a su médico para que pueda evaluarlo.
Si debe someterse a una revisión de la articulación, su médico puede guiarlo a través de los siguientes pasos.