El dolor de espalda es una condición de salud muy común, pero identificar la fuente del dolor a veces puede ser un desafío. El neurocirujano de TexomaCare, Gary Bloomgarden, MD, MBA, FACS, FAANS, dice que se necesitan un examen exhaustivo, estudios de imágenes y de conducción nerviosa para determinar adecuadamente la causa y el tratamiento. Aquí, comparte su visión sobre cómo abordar esta aflicción.
P. ¿Cuáles son algunas causas del dolor de espalda?
El dolor lumbar puede deberse a una amplia gama de problemas, desde discos rotos o resbalados hasta lesiones por caídas o accidentes. La artritis, la fibromialgia, la estenosis espinal y el envejecimiento también pueden causar dolor. Además, levantar, doblar o estirar de la manera incorrecta, además de ser sedentario y tener sobrepeso, puede provocar dolor de espalda
P. ¿Existen factores de riesgo para desarrollar dolor de espalda?
Sí, aunque puede disminuir sus posibilidades si mantiene un peso saludable y se mantiene activo. Sin embargo, otros factores de riesgo incluyen ocupaciones que requieren flexiones repetidas y levantar objetos pesados o pararse durante largos períodos de tiempo sin descanso; sentado en un escritorio con mala postura, un estilo de vida sedentario, edad y exceso de peso. Pero los problemas de espalda relacionados con la genética pueden no ser fácilmente prevenibles.
P. ¿Cuál es la diferencia entre dolor agudo y crónico?
El dolor agudo es el dolor de espalda más común y aparece de repente. Puede durar hasta seis semanas y a menudo es causada por caídas, traumas, deportes bruscos o levantamiento incorrecto. El dolor se considera crónico cuando dura más de tres meses. La causa del dolor crónico es más difícil de determinar porque el dolor puede variar, desde un dolor sordo hasta un hormigueo y ardor, y a menudo no está precedido por un evento abrupto. Si experimenta dolor intenso, entumecimiento u hormigueo, problemas para orinar o debilidad, debe consultar a su médico.
P. ¿Cómo se trata el dolor de espalda?
Dependiendo del tipo y la causa del dolor de espalda, muchos médicos comienzan con un tratamiento conservador y no invasivo, como antiinflamatorios, relajantes musculares, masajes o fisioterapia. Si esos tratamientos no tienen éxito, otras opciones pueden incluir bloqueos nerviosos, cirugía mínimamente invasiva o incluso reemplazo de disco artificial.